Blanco rechazó el proyecto de AFARTE y la UIF que amenaza miles de puestos de trabajo en Tierra del Fuego

“No podemos permitir que bajo el argumento de la modernización se ponga en riesgo la fuente de trabajo de los fueguinos. Tierra del Fuego no puede ser una variable de ajuste ni un experimento de eficiencia a costa de su gente”, sostuvo Blanco.
El legislador advirtió que la iniciativa —que implicaría la reducción del 40 al 50% de la mano de obra actual— desnaturaliza el espíritu de la Ley 19.640, cuyo propósito original fue promover la industrialización y el arraigo poblacional en el extremo sur del país.
“La Ley 19.640 no fue pensada para beneficiar a las empresas, sino para sostener un modelo de desarrollo con trabajo argentino. Si eliminamos las etapas productivas que generan empleo, estamos vaciando de contenido el régimen fueguino”, afirmó.
Blanco también cuestionó la falta de diálogo y transparencia en el tratamiento del proyecto, que fue impulsado sin consulta a los representantes sindicales ni a los trabajadores.
“Toda modificación que afecte al régimen industrial fueguino debe discutirse de cara a la sociedad, con la participación de todos los sectores: el Gobierno Provincial, los gremios y las empresas. Cuidar el empleo debe ser la prioridad”, remarcó.
El senador fueguino además hizo referencia a la situación nacional y a las negociaciones externas que involucran al Gobierno:
“Parece que hoy nos estaríamos enterando de qué estarían pidiendo los yanquis a cambio del espaldarazo que le dieron a Milei. Ojalá que Tierra del Fuego y su régimen no sean parte de esa negociación. Nuestra provincia no puede ser moneda de cambio en acuerdos geopolíticos ni sacrificada en el altar del ajuste”, advirtió.
En relación a las elecciones del próximo 26 de octubre, Blanco convocó a los fueguinos a elegir representantes comprometidos con la defensa de los intereses provinciales y del orden constitucional:
“Este 26 de octubre los fueguinos van a tener la oportunidad de elegir representantes que defiendan la provincia, que pongan límites, y que obliguen a este Gobierno –y a los que vengan– a actuar dentro del marco de la Constitución.”
Finalmente, Blanco remarcó que seguirá defendiendo cada puesto de trabajo y el espíritu de la Ley 19.640, que permitió el desarrollo industrial en el extremo sur del país:
“Cada operario que trabaja en una planta de Río Grande representa el esfuerzo de décadas por consolidar una provincia industrial. No podemos permitir que decisiones tomadas desde un escritorio en Buenos Aires destruyan lo que tanto costó construir. El subrégimen fueguino es soberanía, industria y trabajo.”